Texto y fotos: Daniel Caballo Méndez y Diego Caballo

Búscate un trabajo que te guste y no trabajarás nunca, parafraseando a Confucio empezó su charla-coloquio Manuel Varela de Seijas Brabo (Zaragoza, 1981), conocido como Manu Brabo, en la Fundación Telefónica (Madrid. Junio del 2017), tras saludar a un público participativo y deseoso de escuchar a este premio Pulitzer (2013. El segundo en España, tras Javier Bauluz), quien permaneció encerrado en las cárceles libias 45 días.

Fusión

“Esto es un oficio. Aprendes cosas con tus estudios, sean del tipo que sea… Luego, se va aprendiendo. Y si quieres estudiar la luz, la composición y otros aspectos fotográficos, pasa por una academia, pero sobre todo vete al museo del Prado. Practica. Aprende lo que no se aprende en las aulas. Yo empecé a hacer fotos a los 18 años pero  las buenas las empecé a hacer cuando tenía 30”.

Manu contó cómo en su primer viaje a Libia llevaba un equipo fotográfico básico y mil euros que le prestó su madre. Después, vendría el aprendizaje de los compañeros que estaban allí, muchos de ellos jugándose sus vidas. Resaltó la camaradería, el círculo que los cobija y los une y la ayuda permanente que obtuvo, además de lo realmente importante: aprender de ellos.

“Empecé – nos dice – trabajando como freelance (por libre) – intentando vender mi trabajo en agencias como EFE y EPA (consorcio de agencias europeas, del que forma parte EFE). Y me planteé: tengo que hacer algo nuevo, la foto menos obvia, la foto que admite otras interpretaciones”.

segunda

Manu hace dos trabajos en paralelo, uno para vender y otro más personal, en el que entra también el blanco y negro, como haciéndole caso al clásico: “para vivir, en color, para fotografiar, en blanco y negro”. Señala que a la vez es su homenaje a los maestros de todos los tiempos, como Capa, Eugene Smith y tantos otros que fotografiaron el horror.

No nos resistimos a preguntarle sobre la gran evolución cualitativa de su trabajo al quedar libre. Hace una pausa reflexiva. Busca en el pasado reciente y nos dice: “Mirar, tras el encarcelamiento, tan cruel, que hasta deseaba que me interrogaran para poder oír una voz o tener un contacto humano, cuando hasta la entrada de una mosca en aquel espacio sórdido, por el que daba pasos hacia atrás y hacia adelante (en todas las direcciones posibles, para equilibrar), era todo un acontecimiento, me pareció que había vuelto a nacer, y me dije: empiezo de nuevo y lo hago queriendo ser un buen profesional”.

El futuro de la Fotografía.

“No estamos viviendo el mejor momento de la fotografía, estamos asistiendo a su muerte”. Le preguntamos luego por qué piensa así, quizás ni él mismo tenga la respuesta, pero sí aclaró que en su opinión hacer millones de fotos cada día no significa contar historias con calidad. Esa misma gente, tanta – nos dijo – “que tiene un  concepto muy pobre de la fotografía y del fotoperiodismo, para lo que cualquiera puede valer, es la misma que luego pide que un profesional le haga las fotos de su boda… Se dan cuenta porque no les vale las del telefonito”.

tercera

“La foto muere también por culpa de malos editores, esos que solo hacen decir: tú allí y tú al otro lado. Por si fuera poco, hay leyes  como la ley mordaza. Algo habrá que hacer. El pueblo tendrá  algo que decir. Si a todo esto le añades que estás en un país chungo, donde publicar te puede costar la vida… Luego está lo que se cobra en este oficio y los capataces que quieren pagar una foto de guerra al mismo precio que si estuvieras a la  vuelta de la esquina de la redacción”.

“Para atenuar todo esto es muy importante  ser un buen relaciones públicas de sí mismo. Ser capaz de vender tus encantos. A veces ir a la guerra es ponerte en el sitio adecuado y preguntar a los de un coche militar ¿vais al frente, puedo ir con vosotros? ¿De dónde eres?, te preguntan. Español. Ah, español, ¿del Real Madrid o del Barcelona? Del Sporting, respondí, y me fui con ellos. Un día - esto es verdad -, en pleno follón, alguien que estaba pegando tiros, dijo Sporttinng!!!!!! Eso es, joder. Son chavales como tú y como yo y nos comprendemos aunque no hablemos el mismo idioma. Esto te ayuda también en el futuro, porque de ir una y otra vez puedes ir perfeccionando un tema. Haces contactos (tan importantes en esta profesión), haces amigos, que luego te invitan a sus casas…

Premios.

Sobre los premios tiene un concepto muy personal. “Gano premios porque curro. No me presento, y además, los premios son importantes, pero no tanto. Yo soy uno de los doscientos y pico que han ganado un Pulitzer, el máximo galardón que se puede ganar en Fotoperiodismo, eso significa prestigio, pero también una mayor responsabilidad, lo que no te permite cagarla. Es verdad que te abre puertas, pero es verdad también que entras en un universo en el que lo que haces tiene que ser bueno por cojones y sin caer en tentaciones de hacer ninguna trampa, que nunca fue mi caso”. Con esto se refería a la manipulación en general. Y añade: “Yo no creo en la objetividad, creo en la honesta subjetividad”. 

cuarta

 

Consejos. Para hacer buenas fotos hay que consumir buenas fotos.

“¿Consejo para empezar en esto? Pues no empezar con guerras o conflictos graves. Empieza con lo que tengas a tu alrededor. Sé imaginativo. Busca temas que puedan tener salida, y sobre todo, ten tu huella personal. Haz algo nuevo sin olvidar lo que hayas aprendido de los grandes maestros. Utiliza las nuevas tecnologías para presentar tu trabajo, envía correos a todo lo que se mueva”. Si no te contestan a la primera a lo mejor te contestan a la tercera… Visita exposiciones. Y si quieres aprender fotografía, luz, composición, vete al Museo de El Prado, como dije antes. Luego te será más fácil. Es como conducir. Sabes que tienes que equilibrar acelerador y embrague, que hay que meter primera, que hay que… pero todo eso lo tendrás luego como un acto reflejo. No tendrás necesidad de estar comprobando la velocidad o el diafragma. Para hacer buenas fotos hay que consumir buenas fotos”.

El miedo. Los cínicos sí sirven para este oficio.

“¿Qué cómo se gestiona el miedo? No tengo religión ni letanías. Hay quien tiene calma y hay quien no. Yo la tengo. Y además estoy metido de lleno en mi trabajo. La adrenalina… ¿Sabéis? El conflicto interno te llega cuando estás aquí cómodamente. Lo malo es el después. Mirar, los cínicos sí sirven para este oficio. Siento quitarle la razón a Kapucinski. Son los mejores. Por lo menos haces fotos buenas mientras otros toman cañas.

Ve a sitios en guerra, sí, pero de forma ordenada: obtén tu visado, busca contactos, una acreditación que funcione de verdad, porque a veces la acreditación  te distingue para que te machaquen antes.

No olvidar que la mayoría de las guerras son conflictos religiosos, y siempre complicados porque son la sinrazón y siempre lo mismo: pobres que matan y pobres que mueren.

Es difícil dar consejos, y más ahora, cuando te pega la Policía y los manifestantes…

quinta

Mujeres en el oficio

“¿Por qué tan pocas mujeres en este oficio? Es verdad que hay menos que hombres, pero las hay muy buenas y valientes, como hay reporteros malos y buenos. No sé, quizás el hombre, por tradición, siempre se interesó más por el frente. Yo qué sé, pues igual que hay menos blancos en África. Para ser sincero – dice mientras se ríe -prefiero a una mujer a mi lado que a un vegetariano. Este último te jode siempre a la hora de comer”.

Hay que seguir, si es lo que te gusta de verdad.

Es un gran defensor de la polivalencia. “No queda más remedio. Atrás quedó eso de uno para escribir, otro para hacer fotos, otro para grabar… Te tienes que hacer todo tú mismo y además venderlo, si no tienes algo fijo. Pero no te preocupes, cortando cojones se aprende a capar”

sexta

Cuarenta y cinco días por las cárceles de Gadafi y un compañero muerto en la cuneta es una experiencia jodida para curtirte en este oficio, pero es lo que me encontré. ¿Sabéis cuál era mi mayor drama? No tener mi cámara - que me quitaron - aunque ella fuera la culpable de que  estuviera preso. Este oficio hay que llevarlo en las tripas, nos dice. O se lo dice a sí mismo.

Y recalca: “Procura tener tu propia publicación. Yo la tengo porque estoy hasta los… de que me digan lo que tengo que hacer. Así tengo el control de mi trabajo desde la producción hasta la publicación. Estas páginas acercan más al autor, porque lo ves tal como él quiere que lo veas. (http://memo-mag.com/)

última

“A lo mejor termino como Ouka Leele: pintando mis fotos, quién sabe, pero de momento sólo sé hacer esto; bueno, y añado comentarios a mano a mis fotos, y eso no es Fotoperiodismo en estado de pureza sino, quizás, el principio del coloreo…

FOTO 1: Publicada en la revista Fusión el 6/2/2014 (No aparece el nombre del autor)


©Copyright Diego Caballo

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