Texto y fotos: Diego Caballo
Según el Índice de Competitividad de Viajes y Turismo, publicado por el Foro Económico Mundial, y la lista de Lonely Planet, esta isla, que los portugueses llamaron Formosa (Hermosa) es uno de los diez mejores destinos para viajar.
Atravesada por el trópico de Cáncer, ofrece un clima templado que favorece la existencia de una gran variedad de ecosistemas naturales. Su rico paisaje está adornado con majestuosos picos, cuencas, llanuras, colinas y otras formaciones naturales. Tiene el privilegio de conservar algunas especies raras o en peligro de extinción, como el salmón de Formosa, el mono de roca, el oso negro de Formosa y el faisán de Swinhoe.
Su belleza natural ofrece áreas recreativas forestales, parques nacionales, magníficos y escarpados acantilados en la Garganta de Taroko. Se puede disfrutar de uno de los más bellos y románticos amaneceres entre un tranquilo mar de nubes de algodón en Sun Moon Lake (el Lago del Sol y la Luna).
Y por encima de todo, el pueblo que hace posible la estancia soñada. Esa gente que brinda al visitante su encanto y hospitalidad cordial. Un fuenteovejuna de habitantes que se exigen a sí mismos exquisita limpieza, cordialidad y un cuidado medioambiental en el que hasta la recogida de basura se anuncia con el Para Elisa, de Beethoven, cuando se aproximan los camiones por los diferentes distritos de su capital, Taipei.
Bienvenidos a la República China de Taiwán en el año 105 de su fundación.
Introducción histórica.
Taiwán es una isla alargada (con 400 kilómetros de Norte a Sur y 145 kilómetros de Este a Oeste, aproximadamente). Tiene una extensión total de 36.000 kilómetros cuadrados (más pequeña que Extremadura pero más grande que Cataluña, por mencionar dos referencias geográficas). Está ubicada frente a la costa Sureste de China y 140 kilómetros separada de ésta por el Estrecho de Formosa.
Fue ocupada en sus inicios por pueblos de origen malayo-polinesio, que luego se irían disputando por su interés diferentes potencias, como asiáticas y europeas, y ocupada, sucesivamente a partir del siglo XVII, por holandeses, españoles (España fundó colonias y dominó durante 16 años el norte de la isla), chinos y japoneses.
Los holandeses a su vez serían expulsados por el ejército de Zheng Chenggong, a las órdenes de la dinastía Ming, que organizó la primera oleada de colonos chinos en la isla, desplazando gradualmente hacia el interior a los aborígenes. Posteriormente, intentarían reconquistar para los Ming la China continental, pero terminaron rindiéndose a la dinastía manchú Qing tras lo que Taiwán quedó así en poder de China por primera vez. En 1895 China fue obligada por el Tratado de Shimonoseki a ceder Taiwán a Japón a perpetuidad. Los japoneses propiciaron un enorme desarrollo de Taiwán en todos los ámbitos durante cincuenta años, si bien a costa de imponer un estricto monopolio de todos los productos y de reprimir militarmente cualquier resistencia.
En 1911 se creó la República China, siendo su primer presidente el estadista e ideólogo político Sun Yat-sen, quien gobernó hasta 1949, siempre con gran hostilidad entre la China continental y Taiwán.
Tras la derrota japonesa en la II Guerra Mundial, Taiwán volvió a pertenecer a la soberanía china desde el día 15 de octubre de 1945. Cuatro años después, el uno de octubre de 1949, sirvió de refugio al gobierno nacionalista chino que encabezaba Chang Kai-shek, perdedor de la Guerra Civil China contra el Partido Comunista de China de Mao Zedong. Chang Kai-shek, al frente del Partido Nacionalista chino Kuomintang (KMT), que ocuparía la isla con el apoyo de los Estados Unidos, suprimió la autonomía que ésta llegó a tener de Japón, lo que provocó protestas que terminaron con la masacre de unos treinta mil ciudadanos taiwaneses. Eliminada toda resistencia, la isla se convirtió en una base segura para Chang Kai Chek, que atrajo consigo a unos dos millones de chinos del continente y gran parte del tesoro histórico de China.
Chiang Kai-shek gobernó Taiwán de forma autoritaria desde 1949 hasta su muerte en 1975, cuando fue sucedido por su hijo Chiang Ching-kuo, quien ostentó numerosos cargos. Oficialmente, fue Primer Ministro de la República de China entre 1972 y 1978, y presidente entre 1978 y 1988. Bajo su mandato se iniciaron una serie de reformas democráticas que aumentarían la participación popular en la política y las libertades individuales en Taiwán. Tras su muerte en 1988, su sucesor, Lee Teng-hui, continuó las reformas que llevaron a una democratización plena a Taiwán hasta el 20 de mayo del 2000, año en el que fue sucedido por Chen Shui-bian, que fue presidente hasta el 20 de mayo del 2008.
A-bian, como era conocido popularmente, al frente del Partido Democrático Progresista (PDP), puso fin a más de cincuenta años de gobierno del partido nacionalista chino en Taiwán KMT. Desde su llegada al poder suavizó el carácter independentista, mostrándose conciliador hacia sus adversarios políticos y hacia la República Popular China (RPCh). Su figura fue muy atacada por los defensores de la unificación.
En el año 2008 fue sustituido por Ma Ying-jeou, su presidente actual hasta que le dé el relevo a Tsai Ing-wen, presidenta electa en los comicios de enero del 2016. Ma, presidente del partido KMT, ha intentado desde el principio de su mandado cambiar confrontación por conciliación frente a la China continental, que quedó patente en la cumbre celebrada en Singapur el día 8 de noviembre del 2015 entre Ma y el presidente de China, Xi Jinping. Ambos mandatarios protagonizaron la primera reunión de alto nivel entre los dos territorios separados por el estrecho de Formosa desde la guerra civil de 1949. China ofreció en este encuentro darle a la isla más voz internacional pero dejando claro su oposición a los anhelos independentistas de Taiwán.
Cuenta con moneda propia, el nuevo dólar taiwanés (NDT), que se cambia en estos momentos en la proporción de 40 por un euro, aproximadamente.
Tsai Ing-wen: presidenta electa de la República China de Taiwán.
Tsai Ing-wen, abogada de 59 años y doctora por la London School of Economics, será investida presidenta como la primera mujer que logra ese cargo en el mundo de habla china el próximo día 20 de mayo del 2016.
Poco carismática, austera y menuda, es soltera y sin hijos y tiene como modelo político actual a la canciller Angela Merkel. Vive con dos gatos, ya famosos, con una ideas fijas de independencia pero manteniendo el difícil equilibrio entre el gran valedor de la isla desde mediados del siglo XX, Estados Unidos, y la China continental, que siempre consideró a Taiwán como una provincia propia y rebelde desde el fin de la guerra civil de 1949.
Al frente de su Partido Democrático Progresista (PDP) ha logrado el triunfo en las elecciones celebradas el día 16 de enero pasado con un 56% de los votos, frente al 31% obtenido por su rival Eric Chu y su histórico partido KMT. Esta es la primera vez que el PDP tendrá mayoría absoluta en el parlamento taiwanés.
Llega al poder gracias al malestar de los taiwaneses por la gestión del presidente saliente Ma y a una creciente juventud insatisfecha, con un censo de 1,29 millones, de los cuales votan por primera vez casi el 7%,, que viene arrastrándose desde el denominado movimiento de los girasoles, cuando en el año 2014 la movilización estudiantil ocupó el Parlamento. Esta juventud reclama nuevos ideales, defensa de la identidad taiwanesa y mejores salarios en medio de un incremento del desempleo debido a la caída del sector tecnológico, entre otros factores.
La presidenta electa, que reclamó en rueda de prensa tras su triunfo, el respeto a la identidad e integridad nacional, deberá arbitrar con esmero el papel de Taiwán entre Estados Unidos y China poniendo en marcha la teoría del puercoespín, que definía Schopenhauer, lo suficientemente cerca para darse calor y lo suficientemente lejos para no pincharse.
Un poder tecnológico mundial.
La creación de alta tecnología es el puntal de su economía. Taiwán, que produce nueve de cada diez ordenadores portátiles, es de los primeros fabricantes del mundo de microprocesadores y segundo productor mundial de tecnología informática. Es el gran fabricante de los componentes claves de los teléfonos y cámaras digitales. En menos de medio siglo ha pasado de ser una economía agrícola a una potencia mundial en alta tecnología, lo que le coloca en el grupo llamado “tigres asiáticos”, junto a Hong Kong, Singapur y Corea del Sur.
Pone en el mercado el setenta por ciento de la producción mundial de circuitos integrados y también está a la cabeza en fabricación de leds, pantallas y discos ópticos. Gran parte de la producción de tecnología se concentra, como si de un Silicon Vally californiano se tratara, en el parque informático al este de Taipei, con una extensión de 650 hectáreas, en el que abundan sedes de grandes multinacionales informáticas.
Pies de fotos por oden de aparición en el texto:
1) Vista general de Taipei
2) Una de las grandes avenidas de la capital
3) Cambio de guardia en el memorial al general Chiang Kai-Shek
4) La bandera de España ondea en el Fuerte de Santo Domingo, construido por los españoles en 1628
5) Plantación de té