Texto y fotos: Diego Caballo
Islantilla es una playa limpia y razonablemente bien cuidada, situada entre Isla Cristina y Lepe, municipios costeros pertenecientes a la región onubense de la Costa de la Luz, en el suroeste de España, que se mancomunaron en 1991 con el objetivo de ser uno de los referentes turísticos de la provincia de Huelva en estos terrenos poco productivos que otrora se dedicaron a la labranza, pinares y monte bajo.
Está situada entre las playas de Urbasur, al Oeste, y La Antilla, al Este, y deriva su nombre de la unión de Isla Cristina y La Antilla, una zona que puede llegar a superar los cien mil habitantes en verano.
A principios de los años 90, los ayuntamientos de Lepe e Isla Cristina pusieron en marcha la Mancomunidad Islantilla para atraer un turismo de cierto poder adquisitivo, diferente del que hasta esa fecha atraían, creando la infraestructura necesaria y con una oferta de ocio inexistente hasta esa fecha en la zona.
La expansión se dividió en dos fases. La primera, en 1992, con instalaciones hoteleras y capital de la Fundación ONCE, que construyó un hotel de 4 estrellas; se abrió un club de golf con 27 hoyos y se construyeron los primeros apartamentos en las zonas alta y baja. Después, un centro comercial en estilo rústico a pie de playa.
Gracias a esa Mancomunidad creada entre ambos ayuntamientos, que buscaron siempre los puntos de interés para avanzar y perfeccionar el proyecto, en la siguiente fase, ya en el 2000, siguió adelante el proyecto con nuevos hoteles de 4 estrellas, urbanizaciones unifamiliares y apartamentos, ampliación de las instalaciones de golf y un nuevo centro comercial en la zona alta.
En 2006 se empezó a construir un gran complejo urbanístico llamado La Cigüeña, destinado principalmente a ciudadanos holandeses, y un nuevo centro comercial.
La zona está situada a poco más 20 kilómetros de Portugal, 40 de Huelva y a 120 de Sevilla, sin olvidar Ayamonte, de aguas serenas que desembocan el Guadiana y cercanía geográfica de Isla Canela, aunque estas distancias haya que salvarlas a veces por carreteras secundarias serpenteantes y estrechas.
Tiene un magnífico paseo marítimo, separado de la playa por matorral autóctono y dunas, con pasarelas de madera que permiten el acceso desde los hoteles y apartamentos hasta la playa, donde podemos ver también cada día a un grupo de pescadores descargando sus redes, que lanzan por la noche y recogen por la mañana muy temprano para así ganar el jornal necesario.
Los aeropuertos más cercanos están situados en Sevilla (125 kilómetros) y Faro (60 kilómetros) y por tren hasta Huelva desde Madrid y otros puntos geográficos.
Su playa, al sur, y el campo de golf, al norte, en zona de barrancos y cabezos, distinguen claramente dos zonas. La zona sur, a pie de playa, integra 4 hoteles, apartamentos turísticos y dos centro comerciales.
En la zona alta se atraviesa el campo de golf, catalogado por la revista Golf Digest entre los cien mejores de Europa.
La playa, inmensa, cuenta con duchas, buena accesibilidad para personas de movilidad reducida y está certificada con el distintivo Q de Calidad Turística. Este año 2017 Islantilla consiguió la mitad de los distintivos de los adjudicados a todo el litoral onubense, al serle otorgados la Bandera Azul y Sendero Azul, que concedela Fundación Europea de Educación Ambiental (FEE).
La zona es de temperaturas agradables, con inviernos templados y veranos cálidos suavizados por las corrientes oceánicas, teniendo el sol asegurado durante buena parte del año.
Islantilla, llena de luz marina, tiene también como vecinos cercanos al Parque Nacional de Doñana, la mayor reserva biológica del Sur de Europa; las marismas del Parque Natural del Río Piedras, las minas de Ríotinto, que fue la mayor extracción minera a cielo abierto de Europa, y una historia que se remonta a la dominación romana e incluso a la enigmática cultura de los Tartessos.
Su gastronomía está basada en productos de la mar, provenientes del importante puerto pesquero de Isla Cistina, que aporta buen pescado y marisco, como su famosa y apreciada gamba blanca, langostinos, cigalas, coquinas, chirlas, acedías, etc.
Podemos disfrutar también de su atún encebollado, chocos con habas, la raya en pimentón, variados arroces marineros, una amplia gama de guisos, salazones conservas y mojamas de atún, o el pellejito de atún. Y además, sus dulces tradicionales, elaborados de forma artesanal, como las sultanas de coco, los borregos y la coca, dulce típico de la cuaresma, hechos de almendras y cabello de ángel, y el apreciado fresón de Lepe en la época de recogida por manos multirraciales.
Todo ello acompañado de sus vinos, denominación del Condado de Huelva. Finos, amontillados y generosos y sin olvidar nunca el exquisito jamón de Jabugo y otros derivados porcinos. No en vano le ha valido a la ciudad de Huelva ser elegida Capital Española de la Gastronomía (CEG) 2017, que le está permitiendo mostrar al mundo no solo su riqueza gastronómica sino también su legado histórico.
Como es de reciente creación, carece de fiestas tradicionales pero cuenta con otros eventos, como el Festival de Cine de Islantilla, que inició su andadura con el nombre de Festival Internacional de Cine Inédito de Islantilla, que se celebra durante los meses de julio y agosto y que se caracteriza por la proyección de largos y cortometrajes en espacios libres con sesiones gratuitas. A este evento le dedica su Paseo de la Fama, con estrellas y nombres en el suelo dedicados a importantes personajes de la escena.
Este destino ofrece al visitante actividades náuticas, con dos Escuelas de Vela ubicadas a pie de playa, deporte al aire libre, como ciclismo, tenis, pádel o senderismo, y para los amantes de este deporte, un campo de golf de 27 hoyos, que ya hemos mencionado, en tres recorridos, diseñado por Enrique Canales y Luis Recasens, que se encuentra ubicado en el complejo deportivo-residencial más importante de la costa onubense. Ocupa 300 hectáreas de superficie, en la que se proyectó inicialmente la creación de un centro de alto rendimiento olímpico, centro ecuestre, puerto deportivo, casino e instalaciones residenciales para 22.000 personas, proyecto inicial que luego se modificó hasta derivar en el complejo turístico actual, que se completa con un club de estilo colonial andaluz.
Islantilla, con su Barriada de Pescadores, sus casas pareadas y sus chiringuitos a lo largo de la playa, donde se pueden degustar desde unas deliciosas coquinas y otros productos del mar hasta las nada despreciables sardinas, es un destino turístico que se sigue perfeccionando para ofrecer al visitante descanso, ocio y convivencia tranquila.
