Texto y fotos: Miguel Casas (GUÍA MIGUELÍN)
Ubicado en un sitio privilegiado, este precioso restaurante es unos de los más veteranos de la zona de la sierra. Se inauguró en 1978. Sus propietarios, los hermanos Santamaría, Guillermo, Alejandro y Pedro. Los dos primeros son los responsables de la cocina y Pedro y Beatriz, su mujer, de la sala.
Construido sobre un magnífico chalet de dos plantas, con una terraza perimetral, habilitada para todo tiempo, permite disfrutar de las mejores vistas de la sierra madrileña. Desde su magnífico mirador se alcanza a ver el pico de la Maliciosa, situado en la zona de la Pedriza, dentro de la sierra de la Marañosa.
Su planta superior, lo ocupa un comedor totalmente diáfano, con una decoración muy cuidada. Columnas forradas en madera, paredes pintadas en tonos marrones y sobre ellas cuadros, apliques y unos grandes ventanales y las mesas muy bien vestidas. Todo ello proporciona un ambiente cálido, confortable y elegante.
La cocina es tradicional, actualizada con platos de temporada, selecciona buena materia prima. Para confeccionar una carta bien equilibrada.
Como entradas para compartir se pueden tomar el foie de pato casero, los buñuelos de bacalao, las yemas de espárrago con salmón ahumado, langostinos y vinagreta; pimientos rojos asados con anchoas o ventresca de Bermeo y los hongos salteados con jamón. Siempre tienen algún plato de cuchara como la sopa de cebolla gratinada, los judiones de la Granja y las fabes con jabalí en temporada de caza.
De pescados la oferta la dicta el mercado, pero suelen tener buenos lomos de merluza, calamares en su tinta que acompañan de arroz blanco, las orejas de merluza al horno en salsa verde, el lomo de merluza en salsa verde con langostinos, el bacalao al pil pil, vizcaína o al horno y en temporada, atún rojo con salsa de soja.
De carnes, solomillo o entrecot de buey, rabo de buey estofado y morros y manos de ternera estofados.
De postre: un buen surtido que hace feliz a los golosos: frambuesas calientes con helado de vainilla y nata, higos al brandy con nata líquida, mousse de queso fresco con coulis de frambuesas y una variada selección de buenos helados caseros.
La bodega es buena, muy completa, de vez en cuando hacen promoción de algún vino, que conviene aprovechar.
En invierno abren todos los días a mediodía y la noche de los viernes y sábado, en verano abren todos los días para comidas y cenas.
Disponen de una zona infantil, para disfrute de los peques.
Precio medio 45 €.
Ganaderos, 7.- Mataelpino El Boalo Madrid. Tlf 918573333