Texto y fotos: Miguel Casa (GUÍA MIGUELÍN)
Treinta y cinco años, contemplan este templo de la gastronomía gallega. Se inauguró en 1983, su propietario Julio Bouza, un gallego de los pies a la cabeza, sus más de 50 años en Madrid, no le han servido para quitarse el acento. Salió de su pueblo, Prado de Candás, con tan solo 13 años a ganarse la vida y con 18 años se colocó en Airiños Do Mar, una buena marisquería, en la calle Orense 35, de muy grato recuerdo para mí. Donde estuvo algunos años trabajando a las órdenes de Indalecio, el Maitre de Airiños, que fue el formador, de una buena saga de profesionales, que se establecieron por su cuenta y crearon sus propios restaurantes, en Madrid.
En 1983, se pone por su cuenta en un pequeño local, situado en la calle Santa Juliana, una boca calle de Bravo Murillo, que ahora se encuentra con facilidad, por la transformación del Barrio y que va adquiriendo fama, por lo bien que se come y a la que acuden personajes conocidos del mundo del deporte, del periodismo y aficionados al buen comer, como es mi caso.
El local, es pequeño y con mala distribución, da para lo que da, hasta que en agosto del 2009 lo reforman y en honor a la verdad, ha merecido la pena. Sigue siendo pequeño, pero con la nueva distribución y la decoración, ha ganado espacio y comodidad.
Interiormente, está decorado con un friso de cerámica a media altura y sus paredes pintadas en tono ocre. Con agua marinas, cuadros y fotos iluminadas, destaca una del puente de Rande.
Su hijo Julio, trabaja con el, desde hace años y es el garante de la continuidad del negocio. Se licenció en Derecho, no sé si le dio tiempo a comprarse la toga, si la compró, peor para él.
Es un restaurante muy singular, parece que estás en casa, el trato es familiar, sin prisas y hasta después de comer se puede jugar una partidita al mus. Cuando entras, a su derecha tiene una pequeña barra repleta de centollas, todas coloraditas... ¡preciosas! Y algún otro animalito.
Su cocina es gallega, compuesta por mariscos, pescados y carnes, recibe diariamente de El Grove, los camarones, las centollas y el pulpo. De La Coruña los percebes, los santiaguiños y el resto de cosas las selecciona en Mercamadrid.
La carta te la recita Julio y no es mala cosaempezar con ostras, almejas al natural, percebes, gambas o cigalas y por supuesto la centollita que su tamaño dependerá del apetito y del número de comensales.
Hay que probar la empanada, hecha de una fina masa y rellena con atún, berberechos o zamburiñas y por supuesto el pulpo a Feira.
Lospescados como el rodaballo y la merluza la hacen a la plancha o a la gallega cocidos con un poco de pimentón y acompañadas de deliciosos cachelos, también merece la pena el lenguado a la plancha.
Decarnes, chuletillas de cordero, el lacón con grelos y carnes de la zona de Betanzos son la alternativa al pescado.
Para terminar unas filloas, la tarta de Santiago o las manzanas asadas.
La bodega con albariño de la tierra y algunos tintos de La Rioja y la Ribera del Duero.
Precio medio: 60 €
Cierra los lunes
Santa Juliana 57.- Madrid
Teléfono 914594532