Texto y fotos: Miguel Casas (GUÍA MIGUELÍN)
Este emblemático restaurante del Barrio de Arguelles, nació en el castizo Embajadores en 1934, allí se establecieron, en una pequeña taberna Manuel Rodriguez Queizán y su mujer Pepita, aguantaron hasta 1942, en unas condiciones precarias. El local había quedado muy dañado por la guerra civil y se trasladaron a Princesa 83, donde sigue en la actualidad. En 1968 fallece Manolo y su hijo Enrique, se hace cargo del mismo. Era un sitio con mucha marcha, frecuentado a diario por estudiantes de la universitaria. En 1982, toma las riendas José Ramón, hijo de Enrique, que lo mantiene a muy buen nivel, estará hasta que se canse y se lo pase a su hijo, que está sobradamente preparado.
José Ramón ha conseguido que Manolo sea un referente de la cocina madrileña, sin olvidarse de la cocina gallega, que alternaban sus abuelos. Su secreto, sencillez y muy buena materia prima y un magistral equipo de cocina, que dirige Manuel Besteiro, que lleva en la casa desde 1970.
Para acceder al comedor, se tiene que pasar por el bar. Tiene a su izquierda una fenomenal barra, donde tomar una cerveza o un vinito, antes de pasar al comedor.
La decoración del comedor, es clásica, con una pieza fantástica, que es un mostrador de madera y estaño, de los usados en las tabernas madrileñas a finales del siglo XIX, una joya.
Su carta no es demasiado extensa. Se puede empezar con unas entradas para compartir: pulpo a la gallega, croquetas de jamón, chipirones y calamares fritos, patatas bravas, anchoas de Santoña, mollejitas de lechal, encebolladas y más cosas.
También, el caldo gallego, salmorejo con virutas de jamón, pastel de verduras, lomos de sardinas ahumadas en ensalada y variedad de las mismas.
Pescados: Merluza a la gallega, filetes de gallo, rebozados con patatas fritas, bocaditos de merluza con ensalada, calamares en su tinta con arroz blanco, vieiras gratinadas y cazón el adobo.
Carnes: Solomillo y entrecot a la plancha, riñones al Jerez, con arroz blanco, chuletillas de lechal, fritas en sartén, laconada gallega y uno de sus platos estrellas, los callos a la madrileña.
Punto y aparte, es el “Cocido Madrileño”, sí, con mayúsculas, que hacen en Manolo, lo preparan los miércoles y los sábados, a un precio muy competitivo 19 €.
Postres: todos caseros y en su carta, los tiene divididos:
Los de siempre: peras al vino tinto de Toro, natillas con toque de canela, tatín caliente de manzana reineta, sorbete de orujo y pasas…
Los de ahora: Brownie con helado de chocolate blanco y caramelo, crema de yogour con ralladura de limón, tulipa de arroz con leche…
La bodega es buena, con interesantes referencias, de blancos y tintos, de las más
Conocidas Denominaciones de Origen.
Con mucha frecuencia, se organizan catas de vinos y eventos, muy interesantes.
No cierra ningún día.
Precio medio 35 €.
Princesa, 83.- Madrid
Teléfono 915441222