Texto y fotos: Miguel Casas (GUÍA MIGUELÍN)
Este pequeño restaurante está situado en el Barrio de Salamanca, lleva más de treinta años siendo un referente de la cocina asturiana, se inauguró en 1987 y su propietario es Carlos Martínez, un asturiano de Parada la Nueva, un pueblito de Cangas del Nancea.
Me llamó la atención que el dueño, que es de toda la vida, se llama Carlos y le pregunté a que se debía el nombre de casa Baltasar y me comentó que es el nombre de la casa que tienen en el pueblo.
El local es pequeño, tiene su fachada realizada en madera con dos ventanas de cuadradillos y el resto en piedra pulida.
Cuando entras, con lo primero que te encuentras es con la barra y casi siempre con parroquianos tomando un vinito, de su ruta marcada. A la derecha, el pequeño comedor.
El interior del restaurante, está decorado con un friso de madera perimetral a media altura y en sus paredes, cuelgan, cuadros con motivos típicos del Principado de Asturias, con seis mesas estratégicamente situadas.
La cocina es asturiana, pero con matices, digo lo de los matices porque exceptuando la fabada, la merluza a la sidra y el solomillo al cabrales, el resto de la carta son platos de mercado.
Y como muestra de lo que digo de entradas podemos tomar, jamón y caña de lomo de Jabugo, queso Manchego, pulpo a la gallega, picadillo de ibéricos con huevos estrellados y patatas paja, revuelto de morcilla con piñones sobre patatas paja, ensaladas variadas, sopa castellana, cecina de vaca, cazuelita de gambas ajillo, tortilla de bacalao receta de la abuela y algunas cosas más.
Merecen la pena los guisos especiales, que es la denominación que tienen en la carta, destacando la fabada asturiana, las fabes con almejas, los callos con mucho morro y el rabo de toro con salsa de hongos.
De especial se puede encargar un cocido, para un mínimo de cuatro personas.
De entre los pescados destacan el bacalao al ajo arriero con gambas, el bacalao a la plancha o a la riojana, las cocochas de merluza rebozadas, los chipirones de anzuelo a la brasa y la merluza a la sidra como plato autóctono.
De carnes, la de buey que se sirve en plato caliente de barro, el solomillo a la parrilla y el solomillo y el choto a la salsa de cabrales, chuletillas de lechal, escalope de ternera con guarnición y cachopo.
De postre el flan casero con mantecado, la cuajada de leche de oveja, el arroz con leche, el sorbete al calvados o al cava y el surtido de helados, entre otros.
La bodega es discreta, tienen sidra natural y algunas referencias interesantes de La Rioja y La Ribera del Duero.
Precio medio 35 €.
Cierra Domingos.
Don Ramón de la Cruz, 97.- Madrid
Teléfono 91 309 26 53