Texto y fotos: Miguel Casas (GUÍA MIGUELÍN)
Con este nombre, dos profesionales del mundo gastronómico, Ángel Monje y Víctor Díaz, han rehabilitado una “taberna” de 1919 que inauguró un personaje de los que crearon escuela en su época, Paco Mantecas, un tabernero juerguista, borrachín, mujeriego y con un montón más de virtudes.
La taberna está pared con pared con su hermana Bodega de la Ardosa, fundada en 1892 y propiedad de Ángel Monje y donde el alma de la Bodega es Víctor.
Ambos en sociedad, se han propuesto recuperar el espíritu de Casa Baranda en el siglo XXI, conservando el tipismo de la “tasca madrileña”.
Decorativamente lo han conseguido, encontraron en el sótano de la casa medianera una antigua barra de zinc, que han rehabilitado.
El local es rectangular y a la derecha nos encontramos con la barra de madera y zinc, en el frente de la misma, botellería, jamones colgados, ristra de guindillas y ajos para ahuyentar los malos espíritus.
Encima han colocado siete botas de vinos generosos de Jerez, Palos Cortados, Amontillados, los mismos en su versión VOS, de más de 30 años, Cream y Pedo Ximénes.
Victor y Ángel, han apostado por potenciar el maravilloso Vino de Jerez, que lleva muchos años en desuso y que vuelva a Madrid, como referente que es a nivel mundial.
El resto del local está decorado con paredes y vigas de madera, columnas de hierro fundido, azulejo que pertenecieron a la antigua taberna, carteles de toros y de la Feria de Jerez de los años 50 del siglo pasado, una cabeza de toro y estanterías con botellas Coñac de las marcas jerezanas, antes del cambio a Brandy.
Su cocina es de tapeo y raciones, empezando por sus buenas chacinas de las marcas Joselito, Cinco Jotas y Dehesa de Extremadura, queso curado, mojama, huevas de maruca, anchoas del cantábrico de las que vienen en cajas metálicas y que hay que limpiar al grifo y luego aliñar con unas gotitas de vinagre de Jerez, patatas bravas crujientes, ensaladilla rusa, pulpo a la gallega, gambas al ajillo, buñuelos de bacalao, empanada de sardinas, solomillo “piripi”, algunas cosas más y por supuesto los callos a la madrileña.
La bodega es buena, con añadas de marcas conocidas de La Rioja y Ribera del Duero, cerveza checa Kocel y artesanales de la Fabrica Maravillas, un buen vermut de la casa y su oferta de vinos generosos de Jerez, que se sirven por copas y medias botellas.
No cierra ningún día
Precio medio 25 €
Calle Colón, 11.- Teléfono 915214979 . Madrid