Texto y fotos: Miguel Casas (GUÍA MIGUELÍN)
Se inauguró en 2002, en el Barrio de Mirasierra, en la parte nueva, con el crecimiento del barrio, se puede decir, que está magníficamente situado, con accesos desde M-30 Túnel y M-40 y todavía con aparcamiento, pero para el que quiera que se lo aparquen, tiene aparca coches.
Sus propietarios, el matrimonio formado por José Alves y Maria Graça da Eira, ambos portugueses, que llevan en Madrid, toda la vida, dedicados a la restauración. El trabajo lo tienen compartido, él recibiendo a los clientes con su exquisita educación y su buen hacer y ella dirigiendo la otra parte importantísima del negocio, “la cocina”.
Forman un tandem difícil de igualar. Si bien ellos empezaron en 1993 con un pequeño restaurante Don Sol, que se vieron en la necesidad de cerrar hace unos años por problemas con la comunidad de propietarios.
La decoración está muy cuidada, muebles clásicos, maderas nobles para el artesonado del techo y las paredes. Tiene dos comedores, situados a ambos lados de la barra, ambos presididos por dos mosaicos de cerámica portuguesa, que representan una iglesia y una población del medioevo, que junto a las lámpara, cortinajes y vajillas, le proporciona un ambiente cálido y elegante.
Su cocina es portuguesa, basada fundamentalmente en el bacalao como casi único protagonista, se suministran de los mejores caladeros del mundo y dominan todas las técnicas, para servirlos a punto de sal, textura y sabor.
En la carta existen veinticinco recetas distintas de bacalao y para poder decir que se han probado todos es necesario ir como mínimo cinco veces, tomando nota de los platos tomados para no repetir.
También si se desea se pueden pedir unas entradas convencionales: jamón ibérico, pulpo en varias formas, cocochas de bacalao con almejas, pescados …
Se suele empezar, si es que nos decidimos por pedir una degustación de platos de bacalao, con una ensalada de bacalao sobre una base de tomate, después el bacalao dourado, (revuelto de bacalao con patatitas paja), el bacalao de la casa (asado con un sofrito de cebolla y pimentón), bacalao fragateiro (confitado con marisco) y el bacalao a la brasa con un sofrito de ajo y cebollas. Y así, hasta veinticinco platos distintos. Las raciones son abundantes y permiten compartirla entre varios.
Otra alternativa es probar algún guiso portugués, como los callos de bacalao a la portuguesa, las lulas (chipironcitos) estofadas con habitas y jamón o la feijoada trasmontana que lleva siete tipos de carnes cocidas, aliñadas con judías, verduras y arroz.
De carnes, el solomillo, el entrecote y la chuleta de kilo aproximadamente de la D.O. Aliste.
Para terminar, algo dulce como las filloas caseras, el pastel de morango, diversos tipos de tartas y alguna otra cosilla acompañada de una copita de Oporto.
Los vinos son portugueses y españoles, dispone de una buena bodega, desde un blanco muy parecido a nuestro albariño, hasta un tinto similar a denominación de origen Toro y de postre un rico Oporto.
Precio medio 50 €.
Precio menú degustación 45 € con vino incluido.
Cierra domingos en la noche.
Senda del Infante, 28.- Teléfono 913765727.- Madrid.